sábado, 22 de febrero de 2014

El rastro de la becada

Excremento fresco de becada sobre un lecho de hojarasca y barro. Juslibol 21/02/14.
Ayer localicé un rastro muy fresco de becada en un soto contiguo al Galacho de Juslibol. Las recientes crecidas del Ebro, que suelen anegar estos sotos, lo habían dejado muy embarrado. Al poco de internarme en el soto me topé con varios excrementos frescos de becada además de sus huellas bien marcadas en el barro. Por más que escruté entre chopos, sauces, zarzas y montones de hojarasca, no conseguí ver ninguna becada, pero con toda seguridad estaba muy cerca. Confiadas en el perfecto camuflaje de su plumaje críptico, las becadas permanecen inmóviles en el suelo cuando alguien se acerca y solo levantan el vuelo en el último momento.
Los excrementos de becada, también conocidos como "chazas", se reconocen por su aspecto de "huevo frito" con una base blanca y una zona central más protuberante de color verdoso o marrón. Cuando son frescos su textura es semilíquida. También son característicos los pequeños orificios que la becada marca en el barro al clavar su pico en busca de lombrices. Estos indicios, junto con las huellas de las pisadas, facilitan la detección de esta especie en los lugares que frecuenta.
"Chaza" rodeada por varias picadas marcadas en el barro. Juslibol 21/02/14.
Huellas de becada en el barro. Juslibol 21/02/14. La moneda tiene un diámetro de 21 mm.
Aunque el barrio de Juslibol y su galacho se encuentran fuera del ámbito al que suelo ceñirme en este blog (perímetro de la Z-40), he querido aprovechar la oportunidad ya que la becada también se observa de modo más o menos ocasional en los sotos y parques de la ciudad de Zaragoza, por ejemplo en el Soto de Ranillas, donde también encontré rastros en diciembre de 2011.
Excremento de becada en el Soto de Ranillas (07/12/11)
La becada o chocha perdiz (Scolopax rusticola) en Aragón queda restringida como reproductora a los bosques más frescos del Pirineo, Moncayo y Montes Universales, pero en otoño e invierno se hace mucho más abundante por la llegada de muchas aves procedentes de latitudes más norteñas, principalmente de Rusia, Fenoescandia, repúblicas bálticas y centroeuropa. Desgraciadamente es una especie que se caza, y según las estadísticas cinegéticas del Gobierno de Aragón, entre los años 2009 y 2013 se han cazado una media de 14.289 becadas por temporada en la comunidad autónoma (60 de media en el municipio de Zaragoza). 
Sus curiosas costumbres, su actividad eminentemente nocturna y crepuscular, su discreción y capacidad para pasar desapercibida, su morfología peculiar y la belleza de los lugares que frecuenta, envuelven a esta especie en un halo de misterio por el que resulta especialmente atractiva.
Estas fechas de finales de febrero suelen coincidir con el apogeo de la migración prenupcial de las becadas.
Rastro de becada sobre el barro. Juslibol 21/02/14.
Hábitat ocupado por la becada en invierno. Soto en Juslibol (21/02/14).


2 comentarios:

  1. Hola Enrique,

    Una mala noticia. Ayer me encontré con un ave muerta en el recinto de la Expo, seguramente se chocó con una cristalera. Y creo que se trata de una becada. ¿Sería posible que me lo confirmases, si te envío una foto? Aunque no sé como adjuntar una foto, ¿cómo podría hacértela llegar?

    Saludos,
    Ángel

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