La gaviota patiamarilla (Larus michahellis) es la más frecuente y popular de las especies de gaviotas que se observan en España, siendo muy numerosa en todo el litoral peninsular e insular. La presencia de esta gaviota en el interior quedaba restringida, hasta hace unas dos décadas, a cifras reducidas de aves que aparecían en invierno o durante sus movimientos migratorios y dispersivos. En Aragón se consideraba hace años como rara invernante o de paso, pero a partir de la década de los 90 las observaciones en embalses, grandes ríos y otros humedales comenzaron a aumentar, aunque todavía con cifras modestas durante dicha década. Desde entonces la cifra de invernantes ha experimentado un crecimiento progresivo espectacular, con censos invernales para el conjunto de Aragón que ya superaban las 400 patiamarillas en enero de 2007 y rebasaban las 3200 en enero de 2022, destacando las concentraciones que se registran en los embalses de San Salvador y La Sotonera, localidades que en invierno a menudo superan el millar de gaviotas descansando.
Grupo de gaviotas patiamarillas, adultas y jóvenes, en el Ebro (25/06/18)
Los primeros casos conocidos de reproducción de esta especie en Aragón datan de mediados de los 90: en 1995 una pareja en el embalse de La Sotonera (1), y en 1996 una pareja en la Salada de Chiprana (2) y dos parejas en el embalse de Mediano (3).
Pareja de patiamarillas ocupando un nido artificial en el Parque del Agua (10/05/14)