Paloma torcaz víctima de choque con cristalera de gimnasio en la Avenida de los Pirineos (Zaragoza, 16/09/12) |
Los choques con cristales de edificios son una causa muy importante de mortalidad de aves en las ciudades. Aunque la incidencia real de este tipo de accidentes es difícil de calcular, se han citado estimas de cientos de miles de aves muertas cada año en España por esta causa.
El problema se acrecienta a medida que prolifera la moda de las grandes superficies acristaladas cubriendo las fachadas de muchos edificios, fenómeno que podemos apreciar claramente en Zaragoza estos últimos años. Es fácil toparse con cadáveres o grupos de plumas de aves colisonadas que aparecen al pie de modernos edificios de oficinas (Ciudad de la Justicia), mamparas protectoras contra el viento (Puente del Tercer Milenio) o contra el ruido (salidas de la Z-40), centros deportivos y culturales, etc.
Los choques se producen contra cristales totalmente transparentes, o que reflejan el entorno, y que las aves son incapaces de detectar, de manera que interpretan que se dirigen -por ejemplo- hacia una atractiva zona arbolada. Existen soluciones paliativas de este problema señalizando los cristales con elementos que permitan detectarlos a tiempo como obstáculos, pero resultaría mucho más eficaz evitar un uso tan exagerado del vidrio como material de recubrimiento de fachadas, lo que en muchos casos favorecería además una climatización más eficiente y racional de los edificios.
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Qué pasada de fotografía.Muy estética, Que bien se refleja la paloma en el cristal. Y qué Lástima que sea producto de una colisión fatal.
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