Abubilla en un parterre del barrio del ACTUR |
La abubilla (Upupa epops) es un ave de tamaño medio
que no pasa desapercibida gracias a su llamativo plumaje, aspecto exótico con
una gran cresta desplegable y pico largo y curvado, y voz típica que emite
rítmicamente desde su posadero. De conducta bastante confiada, es fácil verla
buscando comida en el suelo o posada en cualquier elemento dominante.
Las
praderas de césped en jardines y parterres favorecen a las abubillas al
proporcionarles un sustrato donde obtener numerosos larvas de coleópteros,
lombrices y otros invertebrados de los que se alimentan (ver VÍDEO)
Aunque resulta escasa en la ciudad, no es difícil ver alguna en los parques o en los baldíos y zonas agrícolas de la periferia urbana. Así, esta primavera he podido ver varias veces los vuelos de un adulto aportando cebo a sus pollos en el Parque del Tío Jorge.
La mayor parte de
las abubillas se comportan como estivales, llegando al valle del Ebro a partir
de finales de febrero y marchando hacia el sur a finales del verano, pero cada
vez son más frecuentes los individuos que permanecen también durante el
invierno.
Aquí otra abubilla en acción en un vídeo grabado en uno de los parques del barrio del ACTUR
Según los resultados del programa de seguimiento de
aves comunes -SACRE- que lleva a cabo SEO/BirdLife, la tendencia de la abubilla entre
1998 y 2013 ha
sido de “declive moderado” para el conjunto de la España peninsular, si bien en
la bioregión “mediterránea sur”, que incluye la depresión del Ebro, la
tendencia se considera “estable”.
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